Fondos éticos

Aunque los primeros fondos éticos europeos datan de 1973 y se desarrollan 
intensamente a partir de 1984 (en especial en el Reino Unido), en España no 
aparecen hasta 1994. Su crecimiento hasta 1999 ha sido lento (ver Anexo), quizás 
porque la demanda de los inversores ha sido limitada, pero también porque su 
regulación no tuvo lugar hasta dicho año. De hecho, el primer fondo ético que 
sigue los criterios de los países anglosajones aparece en 1997.3
 
En España, la supervisión e inspección de los mercados de valores y de las 
instituciones de inversión colectiva corre a cargo de la Comisión Nacional del Mercado 
de Valores (CNMV), que encomendó a Inverco (Asociación de Instituciones de 
Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones) la autorregulación de los fondos 
éticos –o más estrictamente, la autorregulación del uso de los calificativos “ético”, 
“ecológico”, etc.-, lo que se llevó a cabo en la Circular de la Comisión de Ética de 
Inverco del 15 de noviembre de 1999, aprobada por la CNMV en diciembre de 
dicho año.
 
Los fondos de inversión éticos (FIE) son instituciones de inversión colectiva (IIC) cuyo objetivo es dirigir el ahorro hacia aquellas empresas u organizaciones que de acuerdo con el ideario del fondo cumplan con los criterios valorativos y/o negativos en él reflejados, para contribuir de esta forma a mejorar las condiciones de vida de la sociedad y un desarrollo sostenible del planeta. El cumplimiento de un mayor número de criterios por parte de las empresas les ofrece la posibilidad de estar incluidas en estos fondos y de esta forma atraer mayor cantidad de recursos para financiar sus proyectos de inversión o crecimiento. Así pues, el ideario ético estará formado por el conjunto de criterios éticos, sociales y medioambientales que deben respetar las decisiones de inversión de la institución de inversión colectiva. Toda decisión de inversión tendrá que pasar sistemáticamente por un filtro ético que valore el cumplimiento de los criterios señalados. A menudo, el ideario ético está formado tanto por criterios excluyentes, que de forma directa excluyen aquellos valores o sectores dañinos, como de criterios valorativos o de inclusión , que seleccionan las empresas con mejor comportamiento. Estos criterios excluyentes y valorativos pueden estar expresados de forma porcentual respecto a la actividad global de la empresa. En función de los criterios expresados en el ideario, los fondos éticos serán de diferente naturaleza y podrán cubrir la demanda de distintos grupos de interés.

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Fondos eticos y solidarios carlosalejandromadrid@hotmail.com